Noticias

Artículos

Podcast

Post Page Advertisement [Top]


Laia y Salamawit se sienten especiales. Un libro creado y cuidado por sus padres para cada una lo atestigua. Pero los cómics con sus historias no sólo son un regalo para ellas sino para todos aquellos interesados en los pequeños con discapacidad intelectual o en las adopciones en otros países. Porque de las cuestiones y reflexiones derivadas tratan 'Una posibilidad entre mil' y 'La máquina de Efrén', dos obras que ha reunido Astiberri en una edición integral para que Cristina Durán y Miguel Ángel Giner Bou puedan compartir de nuevo su singular experiencia y la de sus hijas especiales.

Todo empezó en una sala de hospital. Durante las seis semanas que siguieron al nacimiento de Laia y sus complicaciones postparto la mente de guionista de Miguel Ángel comenzó a trazar su propia historia en viñetas. Tardó en convencer a Cristina para la que sería su primera novela gráfica en pareja, pero finalmente aceptó un encargo que les cambiaría la vida.


La cámara es objetiva, no entra en la moralidad, no entra en esa trampa

Lo más difícil fue elegir el tono. «Lo planteé como ser muy honesto, sacar lo bueno y lo malo que nos iba pasando. Es un tema que se presta mucho a que todo el mundo llore en un momento dado o a ponerte a ti como un superhéroe; es decir, soy un superpadre y he salido adelante gracias a mi superfuerza, etc», explica Miguel Ángel desde su domicilio en Valencia. «Huía de eso. Quería que los personajes, en estos casos nosotros dos, aparecieran lo más humanos posibles con sus grandes glorias y sus grandes miserias. Yo pensaba que nos estaba grabando una cámara mientras estábamos en esas situaciones y la cámara es objetiva, no entra en la moralidad, no entra en esa trampa», señala el ideólogo de 'Una posibilidad entre mil'.

«Sí que intentó huir del drama y de la lágrima fácil. Lo planteamos por cómo contamos las cosas porque surge de ahí porque todo el mundo nos preguntaba cómo estaba Laia y decidimos contarlo a más gente. Si se hacen las cosas desde la honestidad y la sinceridad yo creo que al final llegas más a la gente. También por hablar de este tipo de problemas que mucha gente no se atreve a preguntar. Hemos notado que antes la gente no se atrevía a preguntar cómo lo llevas o cómo lo lleva la niña dentro de tu casa. En el momento en que lo enseñas, que somos una familia como otra cualquiera con más complicaciones, pero que podemos llevar una vida completamente normal y feliz... Cuando lo planteas a así la gente agradece ver este tipo de situaciones por dentro», completa Cristina.
No sólo hijas


La primera obra relata desde el impacto nacional de las complicaciones de los primeros días de Laia y su discapacidad intelectual hasta su progreso en la comunicación gracias a sus progenitores ilustradores porque no ha conseguido hablar todavía. Por el camino se exponen el trabajo de los padres con hijos con discapacidad, un alegato a favor de la sanidad pública, la relactancia y los tabúes sociales derivados de una niña especial. 'La máquina de Efrén' es una suerte de continuación que recorre el largo proceso de adopción de Salamawit, una pequeña de un orfanato de Etiopía que se incorporó a la familia después de años de burocracia, vallas políticas y un ejercicio constante de voluntad junto a otros padres con diferentes y opuestos puntos de vista.


Gracias a que la convencí está disfrutando de los frutos que ha dado el cómic"

Ambas combinan los dos puntos de vista, los de padre y madre, los de dibujante y guionista, los de familia que se adapta para organizar la singularidad en lo cotidiano y superar la amenaza oscura de caer en el abismo del pesimismo. Cristina y Miguel son optimistas, pero no esconden en sus páginas los momentos negros. El equilibrio aleja a los españoles de otros enfoques como el del japonés Kenzaburo Oé, quien tras el nacimiento de su hijo mayor con discapacidad escribió 'Una cuestión personal' como un descenso a los infiernos. Ellos eligieron la balanza nivelada. Funcionó porque se multiplicaron sus posibilidades en varios campos por el éxito de su ópera prima. «Nos ha cambiado bastante la perspectiva profesional. Nos dedicamos desde hace 20 años en un estudio que tenemos de cómic e ilustración (LaGRUA), pero la mayoría era por encargo y la mayoría eran de ilustración. Y gracias a estas obras es al revés», reconoce Cristina. «Eso se lo recuerdo constantemente. Gracias a que la convencí está disfrutando de los frutos que ha dado el cómic», apostilla Miguel Ángel después de cuatro libros juntos.


Los lectores de estos años nos preguntaban: '¿Pero cómo están las niñas? ¿cómo fueron los primeros días?'"

La obra recopilada en 'Una posibilidad' completa lo que los lectores de 2009 (Ediciones Sins Entido) y 2012 (Ediciones Sins Entido) ansiaban conocer -con algunas aportaciones reconocidas de la Salamawit preadolescente-. «Lo que estuvo bien fue que hemos añadido cinco páginas al final. Las quisimos hacer porque responden un poco a las demandas de los lectores de estos años que nos preguntaban: '¿Pero cómo están las niñas? ¿cómo fueron los primeros días?'. Casi todo el mundo preguntaba lo mismo y ha sido como un regalo en esta nueva edición para contar esos primeros días y cómo ha sido un poco el encuentro entre las hermanas», señala Cristina. Así, el tomo reivindica la condición de especiales de Laia y Salamawit, pero también la de sus padres, quienes han regalado a sus lectores una obra dibujada por cuatro manos y cuatro corazones.

Bottom Ad [Post Page]

| Designed by Colorlib